El instrumento DRAGO-2, desarrollado por el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y lanzado en enero desde Cabo Cañaveral, ha enviado sus primeras imágenes de la Tierra desde el espacio que muestran una resolución seis veces mayor a la de su predecesor DRAGO-1.
La cámara espacial DRAGO-2 (Demonstrator for Remote Analysis of Ground Observations), lanzada al espacio el 4 de enero, es el segundo instrumento desarrollado por el equipo de IACTEC-Espacio. Observa en el infrarrojo de onda corta, también denominado SWIR (Short-Wave Infrared), un rango invisible para el ojo humano pero, sin embargo, muy útil para múltiples estudios y aplicaciones.
En el sector de New Space, en el cual trabaja IACTEC-Espacio, más de la mitad de las misiones fracasan. El equipo ha conseguido su segundo éxito en apenas unos pocos años. “Pocos equipos en el mundo han hecho algo parecido, lograr unos hitos tan importantes en tan poco tiempo”, declara Álex Oscoz, investigador principal del proyecto.
DRAGO-2 es el modelo sucesor de DRAGO-1, el cual se puso en órbita en 2021, y la principal mejora que presenta frente a su antecesor es la resolución de la cámara. Alba Peláez, ingeniera óptica de IACTEC-Espacio, explica que “DRAGO-2 tiene un objetivo distinto y más complejo, con seis veces más focal, y eso es lo que hace que tenga mucha más resolución”.
Tras un diseño, fabricación y pruebas complejas a cargo del equipo de IACTEC-Espacio, DRAGO-2 se lanzó al espacio a principios de año a bordo de un cohete Falcon 9 de la empresa SpaceX. El dispositivo, a su vez, está integrado dentro del portador de satélites ION-SCV 007 Glorious Gratia de la empresa italiana D-Orbit. Unos días después del lanzamiento, el 17 de enero, contactó por primera vez con los equipos de tierra, momento en el que se hicieron las comprobaciones necesarias de todos los subsistemas para verificar su correcto funcionamiento.
Finalmente, el 21 de febrero, pudieron tomarse las primeras imágenes de DRAGO-2. La primera publicada por el equipo corresponde a una zona del estado de Mali, una región que se caracteriza por la escasez de agua y el calor extremo, lo que incrementa el riesgo de incendios forestales. De hecho, en la imagen de DRAGO-2 se muestran nuevos focos de incendios.
La región seleccionada para la segunda imagen tomada por la cámara infrarroja se corresponde con una zona al sur de Turkmenistán, cerca del Mar Caspio. “Se trata de una región con una orografía muy escarpada y con grandes contrastes, todo un reto para una cámara del tamaño de DRAGO-2.”, explica la ingeniera óptica Xana Delpueyo. A pesar de ello, en la imagen obtenida se distinguen infraestructuras humanas como carreteras y una población, así como el relieve montañoso de la zona.
El siguiente objetivo del equipo de IACTEC-Espacio, correspondiente a la tercera imagen recibida, pertenece a Mizorán, un estado de la República de la India. En ella se puede observar claramente tanto el gran relieve montañoso que tiene la zona como su extensa vegetación. La cuarta colección de imágenes corresponde al estado de Queensland, en Australia. Esta es una zona de grandes contrastes, en la que destacan terrenos áridos a pesar de la presencia de los ríos estacionales, que destacan enormemente en el infrarrojo.
Las cámaras DRAGO suponen un nuevo concepto y enfoque en la observación de la Tierra con fines sociales y científicos. Pesan aproximadamente un kilogramo y tienen un consumo de 6 vatios, comparable a una bombilla LED común. El desarrollo llevado a cabo por el equipo de IACTEC-Espacio representa un coste y unos tiempos extremadamente inferiores que otras grandes misiones espaciales con fines similares sin afectar a su calidad final, pues son capaces de obtener imágenes con gran resolución. “Ahora mismo, las cámaras DRAGO son únicas, dado que estamos observando en un rango espectral que no está utilizando ningún otro pequeño satélite”, explica el ingeniero electrónico José Carlos Sanluis.