Desde mi punto de vista, el trabajo es de calidad. Se basa en una prueba evidente del establecimiento de S. invicta en una donde se ha llevado a cabo el muestreo directo, lo que asegura la fiabilidad de las muestras. Esos datos se respaldan con estudios genéticos, que encajan perfectamente con la historia de distribución de esta especie. Además, los resultados genéticos muestran que se trata de una población poligínica (un nido con varias reinas), que es la estructura más comúnmente encontrada en las zonas invadidas por esta especie.
Utilizan la genética para comprobar el tipo de nido que han encontrado. La cuestión principal aquí es que si tienes más reinas por nido, tienes también mayor producción de crías y un desarrollo más rápido de las colonias. No es lo mismo tener una sola reina que varias reinas poniendo huevos al mismo tiempo. Por lo tanto, el hecho de que los nidos italianos sean poligínicos significa que tienen el potencial de hacer crecer la colonia y extenderse más rápidamente, aunque no realicen vuelos de larga distancia con demasiada frecuencia.
Por otro lado, no pienso que esta especie pueda llegar a colonizar toda la zona mostrada en la predicción del artículo. Existen una serie de factores que también son determinantes para el éxito de la especie cuando llega a una zona nueva, como sería la competencia interespecífica por los recursos. Y a esto le añadiría que es una especie que mayormente se distribuye por zonas cálidas, correspondiéndose a las temperaturas de su zona de origen. Esta misma tendencia la encuentras en otras exóticas y/o invasoras también originarias de zonas cálidas, como la hormiga argentina, las dos especies conocidas como hormiga loca (Paratechyna longicornis o Nylanderia jaegerskioeldi), la hormiga loca amarilla (Anoplolepis gracilipes)… todas distribuidas mayormente por la zona mediterránea. La distribución al norte (Bélgica, Alemania, los Países Bajos…) la veo menos probable. Aunque claro, hay que pensar que el escenario va a cambiar con el calentamiento global (en Polonia se va notando) y la situación planteada en el artículo se vuelve un poco más realista.
Lo que se lleva a cabo es un pronóstico (basado en los pronósticos de temperatura y las características de las zonas) de las zonas susceptibles a ser invadidas, pero es importante resaltar que eso no indica que vayan a serlo. Los resultados deber ser interpretados con cautela y teniendo claro que se trata de una posibilidad. Como he indicado anteriormente, son varios los factores que van a determinar que realmente se establezca la especie o no. No deja de ser una predicción basada en la idoneidad de la zona, pero que no tiene en cuenta los factores biológicos que frenan la expansión de las especies: competencia interespecífica, escasez de recursos, infestaciones por parásitos (hongos, bacterias…). En este punto la conservación de las especies nativas y su hábitat juegan un papel muy importante. En ecosistemas bien conservados y con altos valores de biodiversidad nativa, las especies invasoras tienen menos éxito de colonización, ya que se enfrentan a más competidores.
España sería uno de los países más afectados, tal y como ocurre con otras exóticas/invasoras. Existe un clima perfecto y una gran variedad de hábitats (aunque a estas hormigas les gustan mayormente las zonas modificadas por el ser humano, como las zonas urbanas y las agrícolas). Ya en el 2007, se indicaba que en Málaga había llegado alguien con síntomas de picadura de S. invicta. Lo más importante (y peligroso) es que tengo constancia de que se venden hormigueros de esta especie en algunos puntos de ventas de hormigas entre grupos de aficionados. Es el motivo por el que propuse crear un grupo para actualizar el listado de especies invasoras en España, y una de las propuestas fue S. invicta. Y bueno, aquí está la prueba de que, si se escapan del maravilloso hormiguero que tenemos en casa (porque se escaparán), es un gran riesgo. Aunque tengo que decir, que los amateurs están cada vez más concienciados del peligro que supone tener especies exóticas, y eso es uno de los pasos más importantes para frenar estos problemas.
El control de la invasión depende del estado en el que se encuentre. El problema es que cuando se descubre, la población está ya muy desarrollada. Raramente nos damos cuenta de un solo minihormiguero en todo un país, sino que lo que descubrimos son muchos hormigueros cuando empiezan a molestar, tal y como ha pasado en este artículo. Si la población aún no está muy extendida, aún se puede combatir con distintas medidas como extraer los nidos, usar pesticidas, etc. Últimamente se habla de la posibilidad de usar virus letales para las hormigas, pero claro, aún no se saben las consecuencias. Es un tema bastante nuevo. Si la población ya está muy extendida, se vuelve bastante difícil. Tenemos el ejemplo de la hormiga argentina, la Lasius neglectus y la propia S. invicta, que no se han podido erradicar aún en la mayoría de las zonas invadidas.
Como indican en el artículo, la participación ciudadana es un aliado fundamental para la localización temprana del problema, lo que facilita la erradicación. Y ahí añadiría yo la importancia de la concienciación de los aficionados, ya que la venta es otra vía de llegada de especies exóticas. Tenemos alrededor de 300 especies en la península, todas maravillosas, todas interesantes, todas únicas… no puedes amar la mirmecología si no sabes apreciar la diversidad que tienes delante.
Homo Sapiens interesado por la Ciencia y la Tecnología