La condición sexual de cada individuo depende, en una gran parte, de su dotación genética. Este hecho, conocido ya por la Ciencia, acaba de ser demostrado «in vivo» por un grupo de investigadores de la Universidad de Medicina y Odontología de Nueva Jersey en Stratford (Estados Unidos), que han conseguido la hazaña de convertir, alterando sólo dos genes, a un gusano nemátodo hembra en uno hermafrodita. El estudio se publica en el último número de la revista Science.
El gusano nematodo «Caenorhabditis elegans» tiene un curioso sistema de apareamiento que funciona tanto con individuos machos como hermafroditas que producen, según convenga en cada momento, tanto óvulos como esperma. Sin embargo, este sistema surge de progenitores que contaban sólo con individuos machos y hembras.
Los investigadores, dirigidos por el biólogo Chris Baldi, lograron convertir a varias hembras de gusanos nemátodos en hermafroditas a través de la modificación de dos genes, uno involucrado en la producción de espermatozoides y otro en su activación.
Evolución en dos pasos
Los científicos proponen que la evolución del sistema de apareamiento del «C. elegans» se produjo en dos pasos diferentes. Primero, una mutación en los mecanismos de determinación del sexo llevó a que individuos con dos cromosomas X produjeran espermatozoides y después una segunda mutación permitió que el esperma inmaduro se autoactivara.
El hallazgo puede tener importantes aplicaciones en numerosos campos de la Medicina y la investigación, ya que proporciona por primera vez una «herramienta» genética capaz de alterar las características sexuales (incluído el género) de un individuo.
Por supuesto, se trata sólo de un primer paso. Nadie ha conseguido todavía hacer algo parecido con animales más complejos.