En esta imagen miramos más de cerca en la galaxia UGC 4211, donde los astrónomos han descubierto dos agujeros negros supermasivos a punto de fusionarse, separados por solo 750 años luz, el más cercano que se ha encontrado hasta la fecha utilizando múltiples longitudes de onda y menos de la mitad del registro anterior.
Utilizaron el Very Large Telescope (VLT) de ESO, el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), del cual ESO es socio, y otros telescopios para detectar la luz brillante producida cuando los agujeros negros engullen material en sus proximidades.
Las dos imágenes que se muestran aquí fueron tomadas utilizando datos del instrumento MUSE en el VLT de ESO en Chile. La imagen de la izquierda muestra una vista clásica de esta galaxia, con carriles de polvo que oscurecen la luz de las estrellas. La imagen de la derecha muestra la emisión de oxígeno, nitrógeno e hidrógeno en azul, verde y rojo respectivamente. El rojo indica áreas de formación estelar, y la región central blanca brillante indica la presencia de dos agujeros negros supermasivos que tragan material de su entorno.
Combinando datos del VLT, ALMA y otros telescopios, un equipo dirigido por Michael Koss en Eureka Scientific en los Estados Unidos han podido identificar estos dos agujeros negros y estudiarlos en detalle. Estos agujeros negros probablemente se encontraron cuando sus galaxias anfitrionas colisionaron y se fusionaron. Observar este sistema ayudará a mejorar nuestra comprensión de cómo crecen las galaxias y sus agujeros negros supermasivos a medida que se fusionan.
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