Más de un siglo después de ser descubiertos, unos de los fósiles más extraños del mundo han sido finalmente identificados como parientes lejanos de los seres humanos.
Los fósiles pertenecen a criaturas acuáticas ciegas de hace 500 millones de años de edad, conocidos por los científicos como «vetulicolianos».
Estas criaturas marinas eran «filtradores» en forma de ocho. Su extraña anatomía ha hecho que nadie haya sido capaz de colocar con precisión en el árbol de la vida, hasta ahora.
En un nuevo artículo publicado en BMC Evolutionary Biology, investigadores de la Universidad de Adelaida y el Museo de Australia del Sur abogan por un cambio en la forma de ver estas criaturas, colocándolas con el mismo grupo que incluye a los animales vertebrados, como los humanos.
«Aunque no directamente relacionadas con el ser humano en la línea evolutiva, podemos confirmar que estas antiguas criaturas del agua son algunos de nuestros primos lejanos», dice el autor principal del artículo, Diego García-Bellido, científico español e investigador del Instituto de Medio Ambiente de la Universidad.
«Ellos son parientes cercanos de los vertebrados, y presentan una larga cola que presta apoyo como una barra rígida. Esta varilla se asemeja a una notocorda, precursora de la columna vertebral y es exclusiva de los vertebrados y de sus familiares», dice.
Aunque se estudiaron los primeros ejemplares en 1911, hubo que esperar hasta 1997 para que los fósiles se describieran como un grupo propio: los vetulicolianos. Estos fósiles han sido descubiertos países de todo el mundo, como Canadá, Groenlandia, China y Australia.
Los últimos conocimientos sobre vetulicolianos han venido de nuevos fósiles descubiertos en la Isla Canguro en la costa de Australia del Sur, que los investigadores llamaron Nesonektris (en griego «Isla del nadador»).
«Los vetulicolianos son una prueba más de que la vida era muy rica en la diversidad durante el período Cámbrico, en algunos aspectos más de lo que es hoy, con muchas ramas adicionales en el árbol evolutivo», dice García-Bellido
«Eran criaturas simples pero exitosas, grandes en número y en distribución en todo el mundo, y uno de los primeros representantes de nuestros primos, los cuales incluyen las ascidias y las salpas».
EUROPA PRESS
