El titular de un paper busca exponer de la manera más precisa y sucinta posible su principal mensaje; el de una noticia debe informar de manera veraz, pero también atraer. Esta diferencia de objetivos, unida al hecho de que ambos textos se dirigen a diferentes públicos, hace que sus titulares sean, por lo general, muy distintos.
El paper en que se presentó a la oveja clonada Dolly se titulaba: Viable offspring derived from fetal and adult mammalian cells (I. Wilmut et al, 1997).
Este fue el titular del artículo en The New York Times: SCIENTIST REPORTS FIRST CLONING EVER OF ADULT MAMMAL.
El titular del paper no menciona que se trata del primer mamífero adulto clonado: su público eso ya lo sabe —es obvio, si no, no sería un paper en Nature—. En cambio, añade que el clon procede de células fetales y adultas, y que es viable. Para los lectores de un medio generalista esos datos extra solo añadirán confusión. Una noticia pide un mensaje más limpio y claro, una frase en la que menos es más (menos información, pero más impacto).
Las publicaciones científicas suelen empezar con un abstract donde se resume su contenido; en las noticias, un primer párrafo cuenta lo esencial, el mensaje más importante. Lo principal para los autores del hallazgo y para el público en general no siempre coincide, e incluso cuando lo hace, el arranque de paper y noticia es distinto. El abstract no solo es —de nuevo— más preciso y técnico, sino que su estructura suele reproducir una ‘minihistoria’ en la que se parte de algunos datos de base para llegar a una conclusión (la novedad que se quiere contar). En la noticia, en cambio, lo nuevo está ya en la primera frase.
La primera frase de la periodista Gina Kolata en The New York Times es: “In a feat that may be the one bit of genetic engineering that has been anticipated and dreaded more than any other, researchers in Britain are reporting that they have cloned an adult mammal for the first time”.
El abstract, en cambio, empieza: “Fertilization of mammalian eggs is followed by successive cell divisions and progressive differentiation, first into the early embryo and subsequently into all of the cell types that make up the adult animal. Hay que llegar a la octava línea para leer: We now report the birth of live lambs from three new cell populations established from adult mammary gland, fetus and embryo”.
Más allá del principio, la estructura de ambos textos también es diferente. En la noticia lo más importante se cuenta cuanto antes; es un escrito pensado para ser cortado por debajo si hace falta, o para un lector sin tiempo que lee hasta donde puede. El paper sienta las bases de la historia, la desarrolla y, por último, explica el desenlace en las conclusiones: lo más importante está al final.
Los periodistas emplean una estructura de pirámide invertida en la que lo más importante está al principio, las llamadas ‘5W’: Who, what, when, where, why —Quién, qué, cuándo, dónde y por qué—.
En las piezas periodísticas el apoyo gráfico —fotos, infografías, vídeos— es fundamental. Además de ser informativo debe ser uno más de los elementos que hagan atractiva la noticia. Muy a menudo es lo que primero llamará la atención del lector hacia la pieza.
En un paper, quienes exponen los resultados son los miembros del equipo de investigación que han desarrollado el estudio en cuestión. Un paper revisado por pares ha pasado por los ojos de varios referees antes de ser publicado en la revista científica, y en él se hace referencia a la literatura científica anterior relacionada con el estudio; pero las únicas voces que figuran en él son las de sus firmantes. Por el contrario, en una noticia o un reportaje sobre ese estudio, el periodista puede incluir voces de otras fuentes diferentes a los coautores del paper. Esto es importante para contrastar con fuentes independientes la relevancia de la información y para ponerla en contexto: ningún estudio es una verdad aislada, sino más bien una frase dentro de la gran conversación que es la ciencia.
Homo Sapiens interesado por la Ciencia y la Tecnología