Un nuevo estudio muestra cómo las telarañas retienen el agua y la almacenan en pequeñas gotas. Tras develar el mecanismo, los científicos trabajan en la fabricación de un nuevo material con propiedades similares.
El equipo de investigadores, cuyo trabajo fue publicado por la revista Nature, cree que imitar el tejido de la araña puede ayudarles a desarrollar telas sintéticas «más inteligentes».
Según Victoria Gill, periodista de ciencia de la BBC, estos materiales podrían utilizarse como catalizadores o filtros para extraer sustancias ante determinadas reacciones químicas.
Lei Jiang, de la Academia China de Ciencias en Pekín, quien dirigió la investigación, explicó que lo que lo motivó a realizar el estudio fue que «las brillantes gotas perladas cuelgan de las telarañas por la mañana, durante el rocío».
Lei le explicó a la BBC que esas gotas se unen en los «nudos» de la telaraña. «La seda de la araña puede tener varias decenas de micrómetros de diámetro, mientras que las gotas de agua pueden tener un ancho de miles de micrómetros». Mediante un poderoso microscopio de electrones, los científicos observaron la seda y vieron que ésta se transforma al entrar en contacto con el agua.
Tejido inigualable
Los científicos constataron que la tela modificaba su estructura cuando el agua se condensaba en ciertos puntos para formar gotas que se desplazan a lo largo de la fibra.
La telaraña se compone de fibras extremadamente delgadas, o nanofibras, unidas por conectores. Cuando el aire está húmedo, las nanofibras se encogen mientras que otras se estiran para albergar las gotas.
Randolph Lewis, biólogo molecular de la Universidad de Wyoming, Estados Unidos, y estudioso de las telas de araña, señaló que «lo más interesante del estudio es que el efecto se debe exclusivamente a las fibras».
Lewis destacó que la telaraña tiene propiedades «no igualadas por ningún material hecho por el hombre». «Si pudiéramos descubrir cómo lograr esas propiedades llegaríamos a fabricar un material ‘verde’, con propiedades mecánicas superiores y una amplia gama de aplicaciones».
Estas fibras podrían servir para capturar el agua que se encuentra en el aire o, en ciertos procedimientos de fabricación industrial, eliminar productos químicos al provocar su condensación a lo largo de la fibra.