Un equipo internacional de astrónomos que utiliza el Telescopio Espacial James Webb de la NASA ha obtenido un inventario en profundidad de los hielos más profundos y fríos medidos hasta la fecha en una nube molecular.
Además de los hielos simples como el agua, el equipo pudo identificar formas congeladas de una amplia gama de moléculas, desde sulfuro de carbonilo, amoníaco y metano, hasta la molécula orgánica compleja más simple, el metanol.
Este es el censo más completo hasta la fecha de los ingredientes helados disponibles para hacer futuras generaciones de estrellas y planetas, antes de que se calienten durante la formación de estrellas jóvenes.
Esta imagen de la Cámara de Infrarrojo Cercano del telescopio (NIRCam) presenta la región central de la nube molecular oscura Chamaeleon I, que reside a 630 años luz de distancia. El material frío y tenue de la nube (azul, centro) está iluminado en el infrarrojo por el resplandor de la joven protoestrella Ced 110 IRS 4 (naranja, arriba a la izquierda).
La luz de numerosas estrellas de fondo, vistas como puntos naranjas detrás de la nube, se puede utilizar para detectar hielos en la nube, que absorben la luz de las estrellas que pasa a través de ellos.
Esta investigación forma parte del proyecto Ice Age, uno de los 13 programas de Early Release Science de Webb. Estas observaciones están diseñadas para mostrar las capacidades de observación de Webb y permitir que la comunidad astronómica aprenda cómo obtener lo mejor de sus instrumentos.
El equipo de la Edad de Hielo ya ha planeado más observaciones, y espera rastrear el viaje de los hielos desde su formación hasta el ensamblaje de cometas helados.
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