Un equipo internacional ha detectado una explosión remota de ondas de radio cósmicas que dura menos de un milisegundo. Esta «ráfaga rápida de radio» (FRB, por sus siglas en inglés) es la más distante jamás detectada. Su fuente fue localizada por el Very Large Telescope (VLT) del Observatorio Europeo Austral (ESO) en una galaxia tan lejana que su luz tardó ocho mil millones de años en llegar a nosotros. La FRB es también una de las más energéticas jamás observadas; en una pequeña fracción de segundo liberó el equivalente a la emisión total de nuestro Sol durante 30 años.
El descubrimiento del estallido, llamado FRB 20220610A, fue realizado en junio del año pasado por el radiotelescopio ASKAP en Australia y rompió el récord de distancia anterior del equipo en un 50 por ciento.
«Usando la variedad de antenas de ASKAP, pudimos determinar con precisión de dónde vino el estallido», dice Stuart Ryder, astrónomo de la Universidad Macquarie en Australia y coautor principal del estudio publicado en Science. «Luego usamos [el VLT de ESO] en Chile para buscar la galaxia fuente, encontrando que es más antigua y más lejana que cualquier otra fuente de FRB encontrada hasta la fecha y probablemente dentro de un pequeño grupo de galaxias en fusión«.
El descubrimiento confirma que las FRB se pueden utilizar para medir la materia «faltante» entre galaxias, proporcionando una nueva forma de «pesar» el Universo.
Los métodos actuales para estimar la masa del Universo están dando respuestas contradictorias y desafiando el modelo estándar de la cosmología. «Si contamos la cantidad de materia normal en el Universo, los átomos de los que todos estamos hechos, encontramos que falta más de la mitad de lo que debería estar allí hoy», dice Ryan Shannon, profesor de la Universidad Tecnológica de Swinburne en Australia, quien también codirigió el estudio. «Creemos que la materia que falta se esconde en el espacio entre las galaxias, pero puede ser tan caliente y difusa que es imposible verla con técnicas normales».
«Las ráfagas rápidas de radio detectan este material ionizado. Incluso en el espacio que está casi perfectamente vacío, pueden ‘ver’ todos los electrones, y eso nos permite medir cuánta materia hay entre las galaxias», dice Shannon.
Encontrar FRB distantes es clave para medir con precisión la materia faltante del Universo, como demostró el difunto astrónomo australiano Jean-Pierre (‘J-P’) Macquart en 2020. «J-P demostró que cuanto más lejos está una ráfaga de radio rápida, más gas difuso revela entre las galaxias. Esto se conoce ahora como la relación de Macquart. Algunas ráfagas rápidas de radio recientes parecieron romper esta relación. Nuestras mediciones confirman que la relación de Macquart se mantiene más allá de la mitad del Universo conocido», dice Ryder.
«Si bien todavía no sabemos qué causa estas ráfagas masivas de energía, el artículo confirma que las ráfagas rápidas de radio son eventos comunes en el cosmos y que podremos usarlas para detectar materia entre galaxias y comprender mejor la estructura del Universo«, dice Shannon.
El resultado representa el límite de lo que se puede lograr con los telescopios hoy en día, aunque los astrónomos pronto tendrán las herramientas para detectar estallidos aún más antiguos y distantes, precisar sus galaxias de origen y medir la materia faltante del Universo.
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