Historia de muerte y polvo en la constelación de Orión

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Esta imagen infrarroja de la Nebulosa de Orión presenta mucho polvo pero no estrellas. Crédito: ESA/NASA/JPL-Caltech

Una nueva imagen que combina datos publicados previamente de tres telescopios muestra una región que incluye la Nebulosa de Orión, llamada así por el poderoso cazador de la mitología griega que fue derribado por la picadura de un escorpión. Pero la historia de cómo surgió esta región polvorienta es igual de dramática.

La Nebulosa de Orión se encuentra en la constelación de Orión, que toma la apariencia de un cazador levantando un garrote y un escudo en un objetivo invisible. Tres estrellas en una línea se conocen juntas como el cinturón de Orión; la región que se muestra en la imagen se alinea con otra serie de estrellas perpendiculares al cinturón, conocida como la espada de Orión. Si pudieras verlo en el cielo, la región parecería aproximadamente del tamaño de la luna llena.


Dos enormes cavernas que dominan la nube fueron talladas por estrellas gigantes (no vistas en esta imagen) que pueden liberar hasta un millón de veces más luz que nuestro Sol. Toda esa radiación rompe los granos de polvo allí, ayudando a crear el par de cavidades. Gran parte del polvo restante es arrastrado por los vientos de las estrellas o cuando las estrellas mueren con muertes explosivas como supernovas.

La luz azul en estas áreas indica polvo caliente. Observadas en luz infrarroja, un rango de longitudes de onda fuera de lo que los ojos humanos pueden detectar, las vistas fueron proporcionadas por el Telescopio Espacial Spitzer retirado de la NASA y el Wide-Field Infrared Survey Explorer (WISE), que ahora opera bajo el apodo de NEOWISE. Spitzer y WISE fueron administrados por el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en el sur de California.


Alrededor del borde de las dos regiones cavernosas, el polvo que parece verde es ligeramente más frío. El rojo indica polvo frío que alcanza temperaturas de aproximadamente menos 440 Fahrenheit (menos 260 grados Celsius). La luz roja y verde muestra datos del ahora retirado Telescopio Espacial Herschel, un observatorio de la ESA (Agencia Espacial Europea) que capturó longitudes de onda de luz en los rangos de infrarrojo lejano y microondas, donde irradia polvo frío. El gran espejo de Herschel proporcionó vistas de alta resolución de estas nubes, que están llenas de contornos, rincones y grietas. El polvo frío aparece principalmente en las afueras de la nube de polvo, lejos de las regiones donde se forman las estrellas.


Entre las dos regiones huecas hay filamentos naranjas donde el polvo se condensa y forma nuevas estrellas. Con el tiempo, estos filamentos pueden producir nuevas estrellas gigantes que una vez más remodelarán la región.


Paco Gil
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